Murallas
La pequeña fortaleza primitiva vio crecer a su vuelta un aglomerado de población que procuraba protección de los ataques de enemigos en épocas de guerra.
El alargar del caserío en el pequeño altiplanicie adyacente a la fortaleza y el número siempre creciente de los que procuraban su protección, la tornaba demasiado pequeña para recibir tanta gente en caso de peligro.
D. Afonso Sanches, hijo de Afonso III, recibe de su padre entre varias tierras el lugar da Vide que, pasados años, tuvo de entregar al hermano D. Dinis coaccionado por la fuerza de las armas.
Afonso Sanches comenzara las obras de restauración de la fortaleza y construcción de las murallas que pasarían a envolver todo el caserío que creciera junto a sus muros.
Como ya dijimos, esta obra fue continuada por D. Dinis y completada en el reinado de su hijo D. Afonso IV que, para señalar ese hecho, colocó sobre la puerta principal una inscripción conmemorativa$nbsp; en mármol envuelta por una moldura de granito decorada con semiesfera.
Después de esta época, las obras se limitaron a reparar el baluarte primitivo tornado insuficiente para contener la explosión demográfica que obliga Manuel de Azevedo Fortes a emprender en 1710, las obras de construcción de una nueva cintura de murallas para proteger las habitaciones que entonces ya ocupaban una área considerable.
La cintura de murallas terminadas en el reinado de D. Afonso IV presenta una forma poligonal alargada subrectangular extendida en el sentido naciente poniente.
Debido a los accidentes de terreno, éste se torna muy inconstante. Unas veces es ondulado, siguiendo las curvas de nivel, otras sube y baja, como también en algunos locales se extiende de una forma rectilínea.
De cualquier lado que nos inclinemos, la muralla continúa en el escarpado de las cuestas erizadas aquí y allí de rocas graníticas, con serios obstáculos para quien se aproximase.
Los muros protectores presentan múltiples cicatrices causadas por las máquinas de guerra: catapultas, trones, bombardas y cañones.
Estas heridas fueron cerradas más o menos apresuradamente y, porque fueron hechas en épocas diferentes, se distinguen por la técnica de construcción, presentando variados tipos de aparejo.$nbsp;$nbsp;
El alargar del caserío en el pequeño altiplanicie adyacente a la fortaleza y el número siempre creciente de los que procuraban su protección, la tornaba demasiado pequeña para recibir tanta gente en caso de peligro.
D. Afonso Sanches, hijo de Afonso III, recibe de su padre entre varias tierras el lugar da Vide que, pasados años, tuvo de entregar al hermano D. Dinis coaccionado por la fuerza de las armas.
Afonso Sanches comenzara las obras de restauración de la fortaleza y construcción de las murallas que pasarían a envolver todo el caserío que creciera junto a sus muros.
Como ya dijimos, esta obra fue continuada por D. Dinis y completada en el reinado de su hijo D. Afonso IV que, para señalar ese hecho, colocó sobre la puerta principal una inscripción conmemorativa$nbsp; en mármol envuelta por una moldura de granito decorada con semiesfera.
Después de esta época, las obras se limitaron a reparar el baluarte primitivo tornado insuficiente para contener la explosión demográfica que obliga Manuel de Azevedo Fortes a emprender en 1710, las obras de construcción de una nueva cintura de murallas para proteger las habitaciones que entonces ya ocupaban una área considerable.
La cintura de murallas terminadas en el reinado de D. Afonso IV presenta una forma poligonal alargada subrectangular extendida en el sentido naciente poniente.
Debido a los accidentes de terreno, éste se torna muy inconstante. Unas veces es ondulado, siguiendo las curvas de nivel, otras sube y baja, como también en algunos locales se extiende de una forma rectilínea.
De cualquier lado que nos inclinemos, la muralla continúa en el escarpado de las cuestas erizadas aquí y allí de rocas graníticas, con serios obstáculos para quien se aproximase.
Los muros protectores presentan múltiples cicatrices causadas por las máquinas de guerra: catapultas, trones, bombardas y cañones.
Estas heridas fueron cerradas más o menos apresuradamente y, porque fueron hechas en épocas diferentes, se distinguen por la técnica de construcción, presentando variados tipos de aparejo.$nbsp;$nbsp;